LA
SOCIEDAD DEL SIGLO XIX
Las
revoluciones políticas y el proceso de industrialización
fueron resquebrajando la sociedad estamental,
que terminó siendo reemplazada por la "sociedad
de clases".
Frente a los privilegios del Antiguo Régimen, la
nueva realidad se fundamentó en la igualdad
jurídica ("Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano", 1789)
y la libertad de los individuos ante a
la ley.
Los privilegiados
de la vieja sociedad feudal fueron desplazados o se fusionaron con la nueva clase dominante, la burguesía,
al tiempo que la industrialización hizo crecer a su directo antagonista, el proletariado. A lo largo del siglo XIX la clase obrera protagonizó reivindicaciones y movilizaciones
que se desarrollaron en un escenario esencialmente urbano.
El campesinado, un colectivo
menos dinámico,
continuó supeditado a los grandes
propietarios, aunque desvinculado legalmente de ellos.
La
sociedad de clases, más abierta
y permeable que la estametal, concedía
mayor grado de libertad a los individuos, pero al tiempo que mantenía profundas desigualdades, cimentadas no sobre la ley o la tradición,
sino sobre la riqueza y la propiedad.
En la sociedad capitalista se aprecian los siguientes
grupos:
Las antiguas
clases privilegiadas del Antiguo Régimen
La
burguesía
El
proletariado
El
campesinado